viernes, 29 de noviembre de 2013

La sociedad postindustrial

A finales de los sesenta y principios de los 70, dos sociólogos de relevante importancia, Alain Touraine y Daniel Bell ( "La sociedad postindustrial", A. Touraine, 1969 / "El advenimiento de la sociedad postindustrial", D, Bell,1976) coinciden en calificar el momento histórico que se vive como "sociedad de la información" o "sociedad postindustrial".
Para conocer mejor el significado de esta expresión, vamos a realizar una retrospectiva histórica, deteniéndonos en las otras dos revoluciones que vivieron las sociedades industriales.
Esta visión histórica nos permitirá, a su vez, establecer los elementos de continuidad/discontinuidad de la tercera revolución industrial ( en la que nos encontramos) con
las revoluciones anteriores.
La mayoría de los autores establecen tres revoluciones industriales, deteniéndose en la fuente de energía utilizada en cada época y los sectores punta de la economía.

Además, veremos cuál ha sido el modelo de organización empresarial que ha dominado en cada una de ellas.

Aceleración de los procesos histórico/sociales como fruto de la innovación tecnológica

La actividad tecnológica ha existido siempre junto a la presencia del hombre sobre la
Tierra. Incluso en la prehistoria, las distintas etapas cronológicas se nombran en función
de la tecnología que dominaban aquellas sociedades y del tipo de técnica con que
aquéllos hombres fabricaban sus utensilios y herramientas de trabajo. : Edad de la Piedra,
Edad del Bronce, Edad del Hierro, etc.,
¿Qué ha sucedido en el tiempo presente para que la tecnología envuelva y dinamice de manera tan determinante a toda la sociedad humana?
Lo que realmente está ocurriendo es que las tecnologías actuales, al ser dinamizadas por el tratamiento automático de la información como denominador común, hacen que los avances en una tecnología determinada repercutan enormemente en las capacidades de avance de todas las demás tecnologías y, a través de ellas, en todas las dimensiones de la sociedad.
Una imagen muy gráfica de la aceleración histórica que ha adquirido nuestra sociedad debido al desarrollo de la tecnología actual la podemos tener si, como sugiere Alfonso Gago, consideramos toda la historia del hombre sobre la tierra condensada en el periodo de un mes de treinta días.
Pues bien, de ese mes, 29 días y 22 horas y media lo ocuparía la era pretecnológica del hombre, en la que los colectivos humanos son nómadas y no producen asentamientos ni siquiera para cultivar la tierra.
De la hora y media que resta de nuestro mes, la etapa de la civilización agrícola ocuparía todo el tiempo menos un minuto y medio, momento en que comienza la civilización industrial con el desarrollo del maquinismo, el capitalismo y el nacimiento, maduración y decadencia del movimiento obrero.
La etapa postindustrial o de las tecnologías de la información ocuparía tan sólo catorce segundos de este mes condensado.
Estos catorce segundos han introducido en la sociedad humana una transformación estructural enormemente significativa en comparación con el resto de la historia anterior.
En épocas anteriores a la nuestra, se precisaba mucho más tiempo para introducir cambios
de esta envergadura en las estructuras económicas, políticas y sociales.
La revolución tecnológica actual ha conseguido alterar no sólo la sensación del paso del tiempo, que ahora es mucho mayor que en otras épocas, sino que también ha cambiado
el alcance de las transformaciones.

La perspectiva histórica, en el análisis de las nuevas tecnologías, nos permite encontrar claves de interpretación a los constantes cambios en los que nos vemos involucrados.

Tecnologías de la información

El intercambio de la información de unos seres humanos con otros ha estado presente desde nuestros orígenes.
Gracias a la invención de las tecnologías de la información se han dado saltos cualitativos en cuanto al alcance de dichos mensajes y a la rapidez en su transmisión.
De alguna manera, el deseo de la globalización informativa, es decir, de información a todo el planeta en tiempo real, ha sido inalcanzable para el ser humano durante mucho tiempo.
Una definición válida de lo que son las tecnologías de la información podría ser la siguiente: "realidad compuesta por un conjunto de sistemas, procesos, procedimientos e instrumentos, que tienen por objetivo la transformación - creación, almacenamiento y difusión - de la información, a través de diversos medios, para satisfacer las necesidades informativas de los individuos y de la sociedad" (Jesús García Yruela).
Entre los principales pasos en el desarrollo de las tecnologías de la información podemos resaltar la invención de la escritura, imprenta, telégrafo y teléfono.


Invención del telégrafo eléctrico, en 1835

Con este invento se da un paso más hacia la instantaneidad de las tecnologías de la información.

Materialmente, es posible comunicarse con otro punto del planeta a la velocidad de la luz, siempre que se esté conectado por cable.

Invención del teléfono, en 1876

Frente al telégrafo, el teléfono permite aún más instantaneidad en la comunicación; no es necesario codificar el lenguaje oral, se habla y se escucha directamente.
A partir de este momento, y bajo la genialidad de Edison, se inicia un camino de innovaciones tecnológicas que pondrá las bases para el surgimiento de las nuevas tecnologías de la información (fonógrafo, micro teléfono, lámpara eléctrica incandescente, etc.).
Uno de los últimos inventos clave será el de las válvulas de vacío, con las que comienza una nueva acción de dispositivos basados en el movimiento de los electrones.



"Nuevas" tecnología la información

Antes de hablar de cuáles son y cómo sur-gen las nuevas tecnologías de la información, es preciso hacer una aclaración del término "nuevas".
Lo "nuevo", referido al sector de las tecnologías de la información, cumple con frecuencia una función comercial y publicitaria. Permite que se realice, con una mayor facilidad y legitimación, un recambio rápido de unas tecnologías por otras.
Asimismo, este aura de novedad encubre la trama económica que mueve e impulsa el desarrollo y la investigación tecnológica. Las nuevas tecnologías de la información no nos conducen a un sistema económico y social distinto. Al contrario, sirven para afianzar la implantación de una nueva etapa, la globalización, del mismo sistema económico, el capitalismo.
Una vez hecha esta aclaración, pasamos al desarrollo del concepto.
En palabras de M. Castells, " las nuevas tecnologías comprenden una serie de aplicaciones de descubrimientos científicos cuyo núcleo central consiste en una capacidad cada vez mayor de tratamiento de la información.
Por un lado, de la información simbólica, programando la comunicación inteligente entre máquinas o a través de máquinas, en el caso de la Microelectrónica y la Informática.
Por otro lado, descifrando y reprogramando la información de la materia viva, mediante la Ingeniería Genética, base fundamental de la Biotecnología". (El desafío tecnológico. España y las nuevas tecnologías. Madrid. Alianza Editorial.1986).
Cuando se habla de tecnología de la información se está aludiendo a un conjunto de artefactos que, ensamblados, configuran un sistema técnico (compuesto de telefonía, satélites, redes e informática), y la materia con la que operan es fundamentalmente la información.
Otra definición, en continuidad con la que ofrecíamos de tecnologías de la información
es:  "la realidad compuesta por un conjunto de sistemas, procesos, procedimientos e instrumentos digitalizados, que tienen por objetivo la transformación de la información - creación, almacenamiento y difusión- a través de diversos medios electrónicos, informáticos y de telecomunicación, para satisfacer las necesidades informativas de los individuos y de la sociedad". ( Jesús García Yruela).
Podemos establecer la siguiente cadena lógica, que es a su vez diacrónica, para conectar unas tecnologías de la información
con otras:
- los sistemas de información basados en la microelectrónica se aplicaron a los procesos de trabajo en fábricas y oficinas.
- éstos crearon las bases para el CAD/CAM (diseño asistido por computador/ fabricación asistida por computador).
- esto llevó a la automatización avanzada de la oficina, que preparó el terreno para la aplicación general de sistemas de gestión y producción más flexibles.
- junto a estas tecnologías se desarrollaron innovaciones en el terreno de los nuevos materiales (cerámica, aleaciones, fibra óptica), y más recientemente el láser.
- en otra línea de investigación, la ingeniería genética extendió la revolución tecnológica a la materia viva, sentando las bases de la biotecnología.
Dentro del extenso campo de las tecnologías de la información, podemos establecer dos grandes áreas: la informática ( tanto en el hardware como en el software –gestión automática de la información-) y las telecomunicaciones (comunicaciones a distancia).

Estos dos grandes bloques en los que históricamente se han venido dividiendo las tecnologías de la información pasan a ser una única realidad, gracias al desarrollo de las llamadas autopistas de la información, que permiten la conexión del computador, el teléfono y la televisión en un todo integrado.

Tecnologías de la información e industrias culturales

Las tecnologías de la información son pro-ducidas por poderosas industrias que las distribuyen conforme a criterios de mercado, en el que prevalecen los intereses no de los usuarios, sino de los agentes económicos que controlan el sector.
Desde el momento en que la información se distribuye según los principios del mercado, esto quiere decir que la capacidad adquisitiva de los ciudadanos determinará el acceso a ella y sus medios de difusión. De modo que la lógica que se impone no es la de la información o la comunicación, sino la de la ideología del capital.
Equipos, programas, contenidos, son bienes que se producen a gran escala y distribuyen en el mercado como "culturales".
El soporte productivo de estos bienes es lo que se conoce como industrias culturales, las cuales no son más que el desarrollo y la especialización de otras ya existentes.
Por industrias culturales, R. Zallo define "un conjunto de ramas, segmentos y actividades auxiliares industriales productoras y distribuidoras de mercancías con contenidos simbólicos, concebidas por un trabajo creativo, organizadas pro un capital que se valoriza y destinadas, finalmente a los mercados de consumo, con una función de reproducción ideológica y social."

Europa, Estados Unidos y Japón explotan en régimen de monopolio las tecnologías de la información en todo el mundo. "Industrias culturales" de estos tres bloques controlan el 90% del total de la producción de bienes y servicios de información y comunicación, según Ignacio Ramonet. Así, el abismo que separa al Norte del Sur, no se disminuye con las tecnologías, más bien sucede al contrario.

NTI centradas en el procesamiento de la información

Las nuevas tecnologías están concentradas en el procesamiento de la información. Tanto la información como la tecnología han sido elementos cruciales en todas las revoluciones tecnológicas, ya que en último término la tecnología supone la habilidad para efectuar  nuevas operaciones o para realizar mejor las prácticas ya establecidas sobre la base de la aplicación de nuevos conocimientos.
Sin embargo, lo que distingue al actual proceso de cambio tecnológico es que la información constituye tanto la materia prima como el producto.
El paradigma en sí existe y articula un grupo convergente de descubrimientos científicos concentrándose en el proceso de la información y utilizando la capacidad informacional recién adquirida para permitir su articulación y comunicación a lo largo de todo el conjunto de innovaciones tecnológicas. Por ejemplo, nosotros, como clientes de un determinado banco, habituados a realizar compras con la tarjeta de crédito, podemos estar siendo analizados por un equipo de gestión de bases de datos, integrado en el banco en cuestión.
Con ello, pueden contrastar nuestros hábitos de consumo, poder adquisitivo, etc., y seleccionar un producto financiero, publicitario, adaptado a nuestro perfil.
Otro ejemplo es el de la comercialización de los datos privados por parte de empresas de telefonía. Esas bases de datos pueden ser de utilidad para infinidad de empresas, que pueden utilizar la información como materia prima para su actividad empresarial.
Un tercer ejemplo curioso se corresponde con la publicidad recibida por parejas que han tenido un hijo recientemente. En las semanas siguientes al nacimiento, es corriente que comiencen a recibir en sus domicilios publicidad y ofertas promocionales de productos de consumo de bebés.
Para estas empresas, el acceso a esta información le permite dirigirse a un público específico con un ahorro sustancial de tiempo y de dinero, ya que descartan de antemano todos aquellos públicos a los que no les interesa dirigirse.

Una de las características de la información que permiten hacerla tan rentable es su inmaterialidad: no se gasta al usarse, como podría ocurrir con otras materias primas materiales. Como consecuencia, una información se puede vender infinidad de veces sin que varíe su composición original.

El futuro, la organización-red

Junto a la transición del modo de desarro-llo industrial al postindustrial o informacional, hay que destacar las novedades en el modelo de gestión empresarial que han supuesto la incorporación de las tecnologías de la información en el proceso de producción.
Las nuevas tecnologías permiten la descentralización de las tareas que, antiguamente, se concentraban en un mismo espacio físico.
Gracias a las conexiones informáticas y a la posibilidad de comunicación por computador en tiempo real, el centro de gestión empresarial puede estar separado de la cadena de producción, del departamento de I+D, marketing...
Estas modificaciones han sido una de las causas de que hoy asistamos a una división mundial de la organización del trabajo que permite la posibilidad de, por ejemplo, fabricar un computador haciendo que las piezas se elaboren en distintos puntos del planeta, y que sólo en la fase de ensamblaje confluyen todas ellas en el mismo espacio físico.
Otro ejemplo ilustrativo de la nueva configuración de la empresa red es el siguiente: "los equipos profesionales para hockey sobre hielo se diseñan en Suecia, se financian en Canadá y se arman en Cleveland (EEUU) y Dinamarca para su distribución en Norteamérica y Europa, respectivamente.
Además, el material con que están hechos es una aleación cuya estructura molecular se investigó y patentó en Delaware y se fabrica en Japón. Una de las campañas publicitarias se proyectó en Gran Bretaña; el rodaje del film se efectuó en Canadá, se montó en Inglaterra y se editó en Nueva York" (Reich, R. B.: EL trabajo de las naciones.1993).
El sistema de producción, comercialización y organización se ven sometidos a profundas transformaciones para adecuar su funcionamiento a las exigencias derivadas de las innovaciones tecnológicas.
Entre las transformaciones más importantes cabe señalar:
- el paso de la producción en gran escala a la pequeña serie.
La producción y el rendimiento en la producción no seguirá condicionada a la fabricación de un gran número de unidades iguales, sino a la de una gran variedad de modelos con posibilidad de colocación en mercados personalizados.
- el paso de la línea de montaje a la automatización flexible.
La fabricación a gran escala se basa en la elevación de los rendimientos de los equipos, sistemas y trabajadores rígidamente vinculados a un proceso o una tarea invariable.
Por el contrario, la coordinada aplicación de robótica e informática permite sustituir la línea de montaje por sistemas de diseño y fabricación asistidos por computador, y con ello alcanzar altos rendimientos.
- de la política de stock a la producción justo a tiempo.
El alto coste de mantener grandes existencias en espera de los potenciales demandantes determinó su disminución.
Ahora, con la producción justo a tiempo, se han eliminado las existencias de productos terminados, con el fin de ahorrar en estos gastos de almacenaje y de personal ocupado en esas tareas.
- del costo de producción al diseño y la calidad total.
La creciente personalización del consumo y la producción de pequeñas series, van incrementando la importancia de los aspectos vinculados con el diseño de los productos, la constancia de su calidad y rendimiento, los sistemas que faciliten su comercialización oportuna y el apoyo y servicios técnicos posventa.
Esto obliga también a un replanteamiento integral del enfoque empresarial: ya no se venderá lo que se produce sino que se deberá producir lo que es posible vender.
La capacidad de adaptación de los sistemas productivos a las modificaciones permanentes del perfil de la demanda constituirán un factor esencial para competir en el mercado.
- del consumo masivo al consumo personalizado.
La estrategia de comercialización irá a la personalización del consumo de bienes y servicios y la tendencia hacia mercados estratificados.
Estos cambios obligarán a rediseñar los sistemas de comercialización, promoción, localización de las plantas de producción respecto a los mercados de consumo y las formas de participación del consumidor en la definición de los productos.
- de la empresa integrada a la empresa flexible.
La alta rotación de los productos hace que sea arriesgado comprometer el patrimonio de la empresa en equipos integrados en una línea de producción rígida.
Por el contrario, es aconsejable promover unos sistemas flexibles tanto en el interior de la planta como transfiriendo a otras empresas parte de la actividad productiva y de servicios complementarios.
(Tomado de Oscar Tangelson, material del Sena). La empresa-red es la forma organizativa
que mejor se adapta a la economía informacional y globalizada porque es la que mejor responde a las características principales del nuevo sistema económico:
- generación de conocimiento y procesamiento de la información.
- adaptación a la extensión creciente y cambiante de la economía global.
- flexibilidad como para cambiar sus medios con tanta rapidez como cambian los fines.

- innovación, como herramienta clave para introducir elementos distintivos respecto a la competencia.(Castells).

La influencia de las NTI recae más sobre los procesos que sobre los productos

La segunda característica principal de las nuevas tecnologías es común a todas las revoluciones tecnológicas. Los principales efectos de sus innovaciones recaen más sobre los procesos que sobre los productos. Lo mismo ocurrió con las dos revoluciones industriales anteriores. En ambos casos, fueron las energías utilizadas para mover las tecnologías inventadas (vapor en la 1ª Revolución Industrial y electricidad en la 2ª ) quienes permitieron una transformación sustancial en los procesos de producción.

La revolución tecnológica afecta no sólo al qué se produce, sino también al cómo. Sabemos que hoy en día, las tecnologías de la información permiten a las empresas ubicar en distintas partes del mundo las áreas o divisiones que antes estaban en el mismo lugar físico ( ubicar la división de marketing o publicidad en Italia, la cadena de producción en Corea, la gestión y dirección en Nueva York). Todos estos cambios alteran los procesos de producción empresarial.


La revolución tecnológica actual está orientada hacia el procesamiento de la información; las NTI no son sólo herramientas que podemos aplicar en diferentes contextos, sino que también son procesos que se desarrollan en diferentes espacios.

La aparición de la imprenta

Aunque tradicionalmente se ha situado la invención de la imprenta en la Europa del siglo XV, otras fuentes históricas localizan ésta primera revolución del procesamiento de la información en China.
Es probable que la imprenta comenzase a funcionar en China a finales del siglo VII.
Gutemberg, en 1436, introdujo el tipo suelto de metal; a él se le atribuyen el conjunto de procedimientos que dieron lugar a la impresión tipográfica.
Hasta entonces, la información se había almacenado y "controlado" en bibliotecas y monasterios, solamente accesibles a las élites políticas y religiosas.
La imprenta, verdadero salto cualitativo en la historia de las tecnologías de la información, permite poner las bases para la reproducción en serie del saber, en pleno Lauge del Renacimiento europeo y con él del
saber humano.

Invención de la escritura alfabetica

Para llegar a tal invento fueron necesarios otros pasos intermedios, como por ejemplo,los jeroglíficos y pictogramas.
Las primeras reproducciones de la escritura se hicieron sobre cera o arcilla, mediante sellos como los encontrados en las ciudades más antiguas de Sumeria y Mesopotamia, y que pueden datar de 28 siglos antes de la era actual.

Del fordismo al toyotismo

En el paso de la sociedad industrial ( 1ª y 2ª Revolución Industrial) a la sociedad postindustrial asistimos a un cambio sustancial en el modo de desarrollo.
En el apartado introductorio al punto "la sociedad de la información", indicábamos que las nuevas tecnologías de la información se desenvuelven, articulan, integran, desarrollan, dentro de un sistema más amplio de producción y organización.
El origen de este sistema es, en último término social, pero las nuevas tecnologías influyen en el desarrollo o en el cambio de dicho sistema social.
Castells llama "modo de desarrollo" al sistema de interdependencia de la tecnología,por un lado, y de los procesos organizativos sociales, políticos y económicos, por otro lado.
Mientras que en la etapa industrial el modo de desarrollo estaba orientado hacia el crecimiento económico y la venta del producto, en la etapa postindustrial nos encontramos con que el modo de desarrollo está orientado hacia el desarrollo tecnológico, es decir, hacia grados más complejos en el procesamiento de la información y su posterior aplicación en los procesos de producción, distribución, consumo y gestión.
Este cambio es mucho más importante que ese otro al que se suele aludir a la hora de hablar del tránsito de la sociedad industrial a la sociedad postindustrial, y que consiste en señalar el paso de una economía centrada en el sector industrial ( o segundo sector) a otra polarizada en torno al sector servicios.
Lo distintivo de la sociedad de la información es que el procesamiento de la información y su centralidad afecta a todos los sectores ( agrario, industria y servicios) así como al sistema social en su conjunto ( organización política, social, educativa...).
Para ver el impacto de la información en los diferentes sectores productivos podemos tomar como ejemplo un agricultor de los Estados Unidos que está "informatizado" y otro agricultor, brasileño, que no lo está.
El primero, gracias a su conexión y acceso a la información, puede conocer datos relevantes para su actividad relativos a la cotización en bolsa del producto que siembra.También puede acceder a información relativa a subvenciones o créditos que la administración estadounidense ofrece para los diferentes cultivos.
Gracias a esta información, él puede decidir qué tipo de cosecha va a ser la que le reporte un mayor porcentaje de beneficios.
EL agricultor brasileño se encuentra en inferioridad de condiciones en relación a su compañero estadounidense ( probablemente ni siquiera tenga la posibilidad de poder cambiar el tipo de cultivo, porque es de monocultivo casi obligatoriamente, porque la tierra no es suya,...).
En lo correspondiente al acceso de información, su situación de inferioridad "informativa" respecto al agricultor estadounidense le coloca en una situación de inferioridad en el mercado.
En la sociedad de la información, o sociedad postindustrial, las telecomunicaciones se han convertido en el vector clave para la difusión y el máximo aprovechamiento de las nuevas tecnologías.
En estos momentos, la comunicación y la cultura se funden aún más con el sistema económico.

jueves, 28 de noviembre de 2013

El Nomadismo

El nomadismo es el estado social caracterizado por el continuo cambio de residencia debido a necesidades alimenticias o guerreras. Constituye una de las notas típicas de la vida del hombre primitivo.
Sin formar núcleos sociales organizados, el hombre primitivo vagaba en pequeños grupos en busca del alimento necesario, y al llegar la noche acampaba debajo de los árboles,en las cavernas o en las chozas rudimentarias que construía con ramas en pocos minutos y que abandonaba al día siguiente.
En este periodo del nomadismo se desconocía la agricultura y la cría de animales. Los hombres comían los animales que encontraban a su paso y hacían un gran consumo de hierbas y raíces. Se desconocía la alfarería y el trabajo de los metales. El hombre nómada trabaja la madera, la piedra, el hueso, y la albura o parte tierna y blanda que está entre la corteza y la madera de los árboles. Sus armas se correspodían con la vida errante que llevaba. El hombre no se preocupaba de constituir una reserva alimenticia para asegurar su sostenimiento en los días calamitosos, ni de reunir las vasijas o instrumentos necesarios, limitándose a poseer lo más indispensable,que reemplazaba por el camino a medida que lo iba inutilizando.
Una región productiva lo atraía, al igual que un bosque lleno de caza. Agotado ese lugar, el hombre nómada lo abandonaba y se marchaba a otro lugar más productivo.
La caza se realizaba a la carrera, ya que sus armas no le permitían matar la presa desde grandes distancias, ni de un solo golpe, máxime cuando lo cazado eran animales de gran tamaño, tales como ciervos o búfalos. Los hombres empleaban sus energías en actividades que requerían fuerza, violencia y rapidez, y en las astucias y previsiones que resultaban de los contactos y de los esfuerzos de su vida más inquieta; las ocupaciones lentas, rutinarias y estacionarias eran propias
de la mujer, ya que su atención estaba principalmente dirigida al ambiente vegetal. La aplicación del hombre se dirigía a la caza y al combate y la de la mujer a la agricultura (en la extensión que permite la vida nómada). El varón asumía el control y la dirección de la vida del grupo, fuere cual fuere la génesis de éste.

El paso del nomadismo al periodo sedentario o semisedentario se realizó gracias a la mayor atención prestada por la mujer al cultivo de las plantas alimenticias, que implicaba la perfección en los instrumentos de trabajo, a la ganadería y a la delimitación de los terrenos dedicados  a la caza entre los grupos sociales vecinos.

La Agricultura



El descubrimiento de la agricultura es uno de los sucesos más decisivos de la Humanidad. Supone un cambio radical no sólo en la economía, al permitir el aumento de población, sino también en la estructuración
y concepciones espirituales de los distintos grupos humanos y es presupuesto básico para otra serie de descubrimientos e inventos (entre los más inmediatos, la cerámica y la tejeduría) que, enriqueciendo el
patrimonio cultural, constituyen la piedra angular sobre la que se han edificado las formas de vida posteriores. Las consecuencias más próximas son el sedentarismo de las primitivas comunidades que se constituyen en  poblados y la liberación de parte de la población de la continua búsqueda de alimentos. De esta manera, la existencia de tiempo libre permite acelerar el proceso cultural, independizando al hombre de la naturaleza.
La producción intencional de plantas útiles junto con la domesticación de animales, es decir, la posibilidad de producción artificial de alimentos tiene su origen hace 8.000 años. Las plantas se empiezan a cultivar antes del 6.000 a.C. en el Próximo Oriente, donde se encuentran en estado silvestre algunos cereales que el hombre cultiva por primera vez. Esta región es, con toda probabilidad, el centro donde se crea la agricultura,
según revelan las excavaciones arqueológicas de los poblados de Jarmo y Jericó, donde en los niveles más profundos se encuentran indicios de la posesión de cereales y algunos animales domésticos.
El proceso de cultivo y cosecha de plantas alimenticias transcurre en un largo lapso de tiempo, que posiblemente abarca un milenio.
En este periodo, los pueblos mesolíticos recolectan especies de gramíneas silvestres
que almacenan en sus campamentos. La invención de la agricultura se atribuye a la
mujer, por ser esta la que en las comunidades de cazadores tiene la misión de recolectar las plantas comestibles.
Este fenómeno lleva a la escuela etnológica histórico-cultural de Viena a señalar los
elementos característicos del ciclo agrícola matriarcal originado por la posesión de la mujer de los conocimientos de la germinación.
Este ciclo estaría caracterizado económicamente por una incipiente agricultura en
la cual la mujer desarrolla las tareas propias del sembrado y cuidado de las plantas, en relación con concepciones sociales y religiosas que motivan el predominio de la mujer en la sociedad, en la que la idea de la fecundidad y sus conexos (sangre y fertilidad, ciclos lunar, agrícola y femenino), y el arraigo de  las prácticas mágicas, constituyen rasgos típicos de las sociedades agrícolas.Posteriormente, todo ello se desarrolla en las concepciones religiosas de carácter telúrico
en torno a la Madre Pristina o gran diosa y en las divinidades infernales objeto de antropomorfización, no exenta de carácter poético, en la religiosidad greco-latina.
Los métodos de la agricultura varían según los elementos técnicos disponibles y las condiciones fisiográficas. En los primeros estadios del Neolítico se practica una agricultura simple de azada y en los lugares boscosos se procede a la tala y quema periódica.
Posteriormente, la introducción de abonos y sobre todo el progreso técnico que supone la invención del arado, que implica necesariamente la posesión del ganado mayor, conduce al desarrollo de la agricultura moderna. La agricultura explota el ciclo vegetal en cuatro etapas: la preparación del suelo, la siembra, el cuidado de los campos de cultivo y la recolección.
El cultivo de las plantas exige un trabajo previo de preparación del suelo, que se realiza mediante un doble proceso: remoción de la tierra y mejoramiento de su composición química.
La agricultura implicó la domesticación de algunas especies de animales, que servían como alimento (leche y carne) y como fuerza de tiro. Se tomó el hábito de trabajar la tierra o acondicionarla, con la finalidad de sustituir la vegetación natural por asociaciones útiles. En la mayoría de los casos, se combinó el cultivo con la ganadería.
Hasta finales del S. XVIII, los trabajos del campo movilizaron a la mayor parte de la población activa de todos los países: el 70 u 80% de las personas se dedicaban al trabajo de la tierra. La ocupación que en ella hallaban era irregular, marcada por largos tiempos de paro forzoso, según la temporada; pero en el momento de trabajo, cuando era necesario preparar las tierras, sembrar o cosechar, su presencia era indispensable. En las sociedades nacidas de la revolución industrial, un
trabajador era capaz de cosechar la cantidad necesaria para alimentar a unas quince personas más, de manera que la parte dedicada a las tareas agrícolas no representaba más que el 10 u 8%. El campesinado va perdiendo su importancia relativa en todas las partes del mundo: en numerosos países va a disminuir sus efectivos de manera absoluta. A pesar de la pérdida de mano de obra de la agricultura, ésta sigue condicionando la vida del conjunto de las poblaciones. Las dificultades que resultan de la rapidez de su evolución y la gravedad de los problemas que debe afrontar, la hacen acreedora de una constante atención.
En las naciones industrializadas, los labradores se ven afligidos por un exceso de producción.
Por otra parte, ellos no pueden satisfacer las necesidades de una población que va en aumento demasiado deprisa.
En el siglo XIX la agricultura se beneficia de las nuevas posibilidades que ofrece la industria. Aparecen las primeras máquinas (segadora, 1834), mientras que el uso de los abonos fosfatados se extiende, a partir de 1873. Se empiezan a utilizar las primeras híbridas seleccionadas en los laboratorios, y la lucha contra los microbios y parásitos empieza a tener cierta eficacia. Las superficies cultivadas aumentan de manera significativa, al igual que los rendimientos. Este movimiento general, que continúa y se acentúa durante todo el siglo XX, hace emerger una agricultura de nuevo tipo. Con ritmos propios en cada país, las explotaciones se mecanizan, se equipan con máquinas diversas (tractor con neumáticos a partir de 1929) y se concentran para alcanzar superficies cultivables más extensas. Se desarrolla un número creciente de cultivos y especies gracias a las unidades intensivas de producción o almacenamiento. Empiezan a crecer en grandes invernaderos frutas, verduras, flores… en grandes cantidades sin importar la estación e incluso el suelo, que en algunos casos es reemplazado por soluciones nutritivas.
Estos fenómenos provocan el descenso del número de explotaciones agrarias y de los agricultores. Durante el éxodo rural, iniciado a mediados del siglo XIX, el campo es abandonado poco a poco en beneficio de las ciudades.
La agricultura se encuentra al poco tiempo en una tenaza, cuyos brazos son los todopoderosos proveedores, que venden máquinas agrícolas y abonos caros, y los despiadados clientes, que compran los productos baratos para revenderlos o transformarlos. El agricultor que quiere sobrevivir es obligado a endeudarse para aumentar su producción y a menudo a aumentarla para hacer frente a sus deudas.
Frente a esta postura, los agricultores abrieron una nueva era en la alimentación al crear cooperativas de compra.
El ramo agroalimentario ocupa en la actualidad un lugar importante y en algunas ocasiones preponderante, en el sector industrial.
La variedad de sus productos -en conserva, envasados al vacío o congelados- no cesa de ampliarse. En el comercio al detalle compiten ya con los productos agrícolas. Y su éxito debería seguir aumentando. La industrialización de la alimentación es una etapa característica de las sociedades desarrolladas del siglo XX.
A partir de 1920, el peso de la agricultura ecológica, que pretende mejorar las cualidades nutritivas de las producciones, limitando al máximo la contaminación de los abonos, es relativo. Pese a sus limitaciones, no debe eludirse su importancia en algunos países, como Alemania o los Países Bajos. Quizá esté llamada a experimentar cierto desarrollo, dadas las preocupaciones ecológicas actuales y habida cuenta del gusto de los consumidores por las producciones "naturales".
Pero sus precios de costo, por el momento, son elevados. Existen programas agroalimentarios, como el que la CEE puso en marcha en 1979, que consisten en evaluar la relación entre la calidad de los productos y las técnicas de producción.